En el desarrollo de espacios del sector salud podemos englobar hospitales, clínicas y áreas de especialidad como consultorios, laboratorios y áreas de rayos x, los cuales tienen como objetivo compartido el brindar servicios de calidad, pero, ¿qué entendemos por calidad?, de acuerdo con la OMS (Organización Mundial de la Salud), define la calidad de la atención como  el grado en que los servicios de salud para las personas y los grupos de población incrementan la probabilidad de alcanzar resultados sanitarios deseados y se ajustan a conocimientos profesionales basados en datos probatorios, lo que implica que la calidad de la atención puede medirse y mejorarse continuamente mediante la prestación de una atención que tenga en cuenta las necesidades y preferencias de los usuarios, garantizando servicios de salud eficientes, oportunos y seguros; sin embargo, mejorar la eficiencia de los servicios, requiere gestionar de manera óptima cada etapa del diseño y desarrollo de estos proyectos.

En la gestión de los proyectos de salud se aplica el “enfoque lógico” a las 3 fases, las cuales son: diseño, ejecución y evaluación, considerando esto como parte de la planeación estratégica que garantizara la calidad. En la parte del diseño se considera una evaluación previa para definir si el proyecto es factible, conocer las necesidades, el problema a resolver o lo que queremos mejorar, para que en la fase de la ejecución se tengan definidos los recursos humanos, económicos y físicos de tal forma que garanticen los resultados del proyecto en función de los costos, y por último en la evaluación del proyecto se mide de manera objetiva el resultado obtenido durante la gestión.

El diseño y desarrollo de espacios del sector salud, requiere del trabajo de un equipo interdisciplinario que permita conocer las diferentes áreas e integrarlas con la intención de diseñar un proyecto que cumpla con las necesidades del espacio como del usuario y de esa manera garantizar la calidad del servicio, teniendo en cuenta su crecimiento que se desea a futuro, evitando errores en la ejecución e inversiones no previstas. Tener identificado el papel y puesto de cada especialista es fundamental para el diseño del proyecto, en primer lugar tenemos al arquitecto el cual debe tener enfoque en el sector salud, es quien evaluará el espacio donde se quiere construir, y quien va seguir los lineamientos normativos a la hora de diseñar el espacio en función al flujo de trabajo y las áreas contempladas, así como asegurarse de que los espacios sean óptimos, estableciendo los criterios mínimos necesarios sobre infraestructura y teniendo en cuenta el equipo necesario en cada área del establecimiento en base a la NOM-016-SSA3-2012.

De la mano con la parte arquitectónica, se involucra el conocimiento de un médico quien debe tener un perfil con experiencia en administración hospitalario, y un ingeniero biomédico, con un perfil de experiencia en planeación y desarrollo de proyectos hospitalarios, ellos apoyarán con su conocimiento sobre el funcionamiento del hospital, y van a validar que en el proyecto se están tomando los criterios sanitarios necesarios como los normativos, así como dar el asesoramiento del equipamiento de cada área e instalaciones especiales que ciertos equipos lo requieran.

El perfil del personal encargado del diseño del proyecto debe compartir el conocimiento por los lineamientos regulatorios sanitarios establecidos a nivel nacional y mundial, con el fin de asegurar que la prestación de los servicios de salud sean de calidad. Sin embargo, aunque tengamos como referencia la NOM-016-SSA3-2012, la cual establece las características mínimas de infraestructura y equipamiento de hospitales y consultorios de atención médica especializada, la disposición de infraestructura y tecnología del establecimiento se hará en función al presupuesto y el tipo de especialidad del establecimiento.

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